martes, 13 de marzo de 2012

Aurora boreal en Islandia. Las mujeres se han hecho cargo de la isla y han puesto en valor un concepto: sostenibilidad

La primera ministra islandesa, Jóhanna Sigurdardóttir, y Katrin Jakobsdottir, siguen el resultado electoral, en abril de 2009.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


En Reikiavik hay un espléndido edificio de cristal negro, grande y hermoso frente al mar, en un lugar en el que hace tres años no existía más que un solar vacío. Lo sé porque estuve allí hace tres años, en un momento terrible para Islandia, un país arruinado por la excesiva testosterona de sus banqueros, el primero en sucumbir a la recesión, el que sufrió la caída más dura. En aquellos primeros meses de la crisis, la pequeña, rota y desesperada Islandia (población: 320.000) constituyó un anuncio del Apocalipsis para las grandes naciones de Europa occidental. Sin embargo, hoy, ahí está ese edificio nuevo y reluciente, una imagen de opulencia y modernidad tan extraordinaria como el Museo Guggenheim de Bilbao, estrambóticamente fuera de lugar en esta Lilliput nórdica de casitas de Lego pintadas de rojo, amarillo y azul. No podía apartar la vista del edificio, ni de día ni —sobre todo— de noche, cuando su multitud de ventanas asimétricas y marcos irregulares cambiaba continuamente de colores, como en una imitación líquida de la aurora boreal.

¿Qué ocurrió en Islandia? ¿Qué ha ocurrido en estos tres años para que surja, de las cenizas del desastre económico, una construcción tan extravagante? Lo que ha ocurrido es que las mujeres se han hecho cargo del país y lo han arreglado. Y ese edificio, el primer auditorio nacional de conciertos en la historia de Islandia, donde la compañía nacional de ópera representa en estos días, con el aforo completo, La Bohème de Puccini, es la encarnación del cambio que se ha vivido. Porque nos dice que Islandia no se hundió, que el país ha vuelto a levantarse; y porque la persona que decidió construirlo o, más bien (y con algo más de polémica), no interrumpir su construcción después del crash financiero, fue una mujer. El presupuesto estatal está casi equilibrado, las exportaciones superan a las importaciones y la moneda es estable

Quería conocer a esa mujer. No por los motivos habituales que empujan a los periodistas a escribir sobre mujeres poderosas —porque hubiera triunfado en un mundo de hombres—, sino precisamente por todo lo contrario. Porque esa mujer simboliza una tendencia en Islandia, o, más que una tendencia, una revolución, un golpe de Estado. Desde que se produjo la crisis, y como reacción directa y deliberada ante ella, las mujeres se han adueñado de las palancas del poder, y lo han hecho en los ámbitos que más importan, en los que más influencia se ejerce sobre el destino nacional: el Gobierno, la banca y, en creciente medida, la empresa.

Los tres bancos principales de Islandia quebraron en octubre de 2008 y dejaron deudas que ascendían a más de 10 veces el PIB del país. Islandia, que hasta entonces ocupaba el primer puesto en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas (es decir, el mejor sitio para un ser humano en el planeta Tierra), se encontró mucho más allá de la bancarrota. Y se echó la culpa a los hombres. Los hombres le echaron la culpa a los hombres. En el partido del Gobierno dominaban los hombres, los banqueros casi sin excepción eran hombres y los temerarios, absurdamente ambiciosos, impulsos que condujeron a una pequeña nación de pescadores a creer que todos se estarían bañando en champán francés por el resto de sus días eran categóricamente, exclusivamente, decididamente masculinos. Así que entonces, como comentó el Financial Times en aquel momento, aparecieron las mujeres para arreglar el lío.

El primer ministro fue sustituido por la primera mujer en la historia de Islandia en ocupar el cargo, Jóhanna Sigurdardóttir (gay y casada, con dos hijos de un fallido matrimonio anterior con un hombre), que continúa ejerciéndolo hoy. Las mujeres constituyen la mayoría del Gobierno, cinco carteras ministeriales, frente a cuatro hombres. Se despidió a los consejeros delegados (todos varones) de los bancos que habían quebrado, se cambió de nombre a las entidades y se colocó en sus cargos a mujeres. Cada vez más mujeres se hacen empresarias o empiezan a aparecer en los consejos de administración de empresas privadas. Por escoger entre numerosos ejemplos, la consejera delegada de la mayor compañía de seguros de Islandia en la actualidad es una mujer, igual que la responsable para el país de Rio Tinto Alcan, que encabeza el poderoso sector nacional del aluminio.
El tópico, desde Margaret Thatcher, es que las mujeres en puestos de poder son, por necesidad, damas de hierro, que triunfan a base de pensar como hombres. La proposición que me planteé explorar en Islandia fue si el cambio había sido lo suficientemente profundo como para que a los hombres no les haya quedado más remedio ahora que pensar como mujeres.

En Islandia, todo el mundo conoce a todo el mundo. Todos son primos, de una forma u otra. De modo que, cuando pregunté a varias personas si me podían poner en contacto con la mujer de la sala de conciertos, cuyo título exacto es, desde febrero de 2009, ministra de Educación, Ciencia y Cultura, todo el mundo sonrió de inmediato: “¡Ah, Katrin!”.“Se quedará asombrado cuando la vea”, me dijeron. “Tiene tres hijos, pero nadie lo diría”. “Es muy brillante”. “Sí, tremendamente inteligente”. “¡Pero parece que tiene 12 años!”.

Esto último era una exageración. La persona que se me acercó, con la mano extendida, cuando estaba sentado en una pequeña sala de espera del ministerio tenía aspecto de tener 16 años, por lo menos. Menos mal que me lo habían advertido, pensé; si no, nunca habría creído que era quien decía ser, la ministra Katrin Jakobsdottir, por si fuera poco vicepresidenta del partido socialdemócrata —oficialmente denominado Verdes de Izquierda—, que ocupa el poder. Botas Dr. Martens, vaqueros marrones, pelo lacio, esbelta, menuda: parecía una becaria en su primer día en la oficina, o la hermana menor, más dulce y menos seca, de la chica del dragón tatuado de Stieg Larsson. En realidad tenía 36 años y acababa de volver de disfrutar de su permiso de maternidad tras el nacimiento de su tercer hijo. Totalmente segura de sí misma (si sentía alguna incomodidad al tener como despacho un imponente salón ministerial, no lo delató) y tan lista como me habían dicho que era, no necesitó que le hiciera ni una pregunta para saber cuál era el primer tema que quería abordar con ella.

“Una de las primeras decisiones que tuve que tomar en este puesto fue si seguir adelante con el auditorio nacional o no”, dijo. Cuando asumió el cargo, hace tres años, me explicó, los cimientos estaban construidos, pero no había nada visible sobre tierra. El problema no era solo que la economía nacional estuviera destruida; el multimillonario que había concebido el proyecto,un hombre llamado B. Gudmundsson, que, entre otros excesos, había comprado el equipo de fútbol West Ham United, de Londres, se había quedado sin un céntimo. “Así que me reuní con la gente del Ayuntamiento de Reikiavik para decidir si debíamos seguir adelante con fondos públicos, suspender la construcción hasta que llegaran tiempos mejores o dar por terminado el proyecto. Decidimos seguir adelante”.

¿Por qué? “En parte, porque había 600 personas involucradas en la obra, en parte, porque llevábamos 40 años hablando de construir una sala de conciertos para nuestra orquesta sinfónica y pensamos que, si no lo hacíamos ahora, nunca lo haríamos, pero también porque pensamos que no seguir con el proyecto daría a la gente la sensación de que se prolongaba la crisis”. ¿Habría sido malo para la moral nacional que se interrumpiera, entonces? ¿Seguir adelante tenía un valor añadido que era superior al coste? “Sí. Exacto. Nos vimos obligados a hacer grandes recortes presupuestarios en todo el sector público, pero decidimos seguir. En su momento hubo mucha controversia, pero creo que ahora está desapareciendo. El auditorio se inauguró en la primavera de 2011 y, desde entonces, han acudido más de 800.000 visitantes. A la gente le encanta. Islandia es un país con una gran vida musical, y también somos un país con mucha determinación y mucha ambición. El edificio ha sido un símbolo y una inspiración para los islandeses”.

"Las cosas podrían estar mucho peor"

 

Un símbolo, entre otras cosas, del regreso a la salud económica. Jakobsdottir reconoció que las cosas podrían estar mejor, que la deuda hipotecaria de la gente corriente sigue siendo elevada, que las inversiones son bajas y que en Islandia, hoy, hay desempleo (justo por debajo del 7%), mientras que antes, no. El nivel de vida, en otro tiempo el más alto del mundo, ha caído, y la gente trabaja más por menos dinero. Pero, como observó el premio Nobel de economía Paul Krugman tras una visita reciente a Islandia, “las cosas podrían estar mucho peor” y aunque ese “no es el eslogan más estimulante del mundo..., cuando todo el mundo preveía un desastre total, equivale a un triunfo político”.



Mujeres en un balneario a 40 kilómetros de la capital isandesa

Las cifras apuntan a un grado de solidez casi inimaginable hace tres años. El presupuesto estatal está casi equilibrado, las exportaciones superan a las importaciones, la moneda es estable y, el año pasado, el FMI publicó un informe halagüeño. Por hablar de cosas que se entienden sin que haga falta saber nada de economía, la nueva sala de conciertos no es más que la señal más visible de una larga lista de éxitos. En mi reciente visita, asistí al festival gastronómico anual de Islandia, Food and Fun, que se celebra desde 2002 pero estuvo a punto de ser suspendido, por falta de dinero, en 2009, 2010 y 2011. Este año ha vuelto a florecer, con la participación de 30 cocineros de tres continentes y 25.000 islandeses que pagan 40 euros por cabeza en los restaurantes locales (hay un 50% más de locales de comida en Reikiavik que hace tres años) para saborear sus platos. Icelandair ha duplicado sus rutas desde 2009 y ha aumentado el número de pasajeros en un 20% anual. Se ha creado una línea aérea nueva, WOW, y el turismo también está en auge; las plazas hoteleras para julio y agosto de este año están ya prácticamente todas vendidas. Los precios de las viviendas acaban de subir un 10% y las ventas de Mercedes Benz, según me dijeron fuentes fiables, han aumentado de repente.

En cuanto a la sanidad y la educación públicas, tan buenas que ni siquiera los fugaces multimillonarios de la época del boom sintieron la necesidad de pasarse a las privadas, no han sufrido en calidad pese a los recortes presupuestarios que ha tenido que hacer el Gobierno. Como prueba de la normalidad que se ha instalado donde antes acechaba el Apocalipsis, el debate fundamental entre los partidos de izquierda y derecha en el Parlamento es hoy la eterna y rutinaria cuestión de si hay que subir o bajar los impuestos. O si, después de haber recurrido con éxito a la devaluación de la moneda como mecanismo para recobrar la salud, ahora convendría incorporarse al euro.

Pero en lo que todos los parlamentarios están de acuerdo es en que la época del capitalismo de enriquecimiento rápido se ha terminado. La palabra clave, hoy, es sostenibilidad, y todos los partidos la repiten en sus declaraciones públicas. Y la sostenibilidad, en opinión de la ministra Jakobsdottir, es un concepto más femenino que masculino. Ella lo explica así: “Mucha gente achacó los excesos de los banqueros que nos causaron tantos problemas a una cultura masculina”. “En 2009, todo el mundo decía: ‘Lo que necesitamos es menos pensamiento de chulería masculina y más mujeres con ideas pragmáticas y estratégicas’. Lo que hemos aprendido desde entonces es que si queremos permanecer alejados de la crisis y construir, todos sabemos que hay que pensar no en el futuro inmediato, sino en los próximos 10 o 20 años. Esa no es la forma de pensar de un Gobierno dominado por hombres; esa es una manera de pensar femenina”.

"Nosotras hablamos de los sectores creativos"


Le pedí que me dijera en qué terrenos concretos se podían detectar estos cambios. “Hay muchos ejemplos. En general la influencia femenina se ve en este énfasis que le damos al desarrollo sostenible, en construir la economía pensando a largo plazo, de manera fiable y segura. Las mujeres piensan en esos términos porque está en su naturaleza. Un ejemplo más específico: cómo estamos encarando los temas de los impuestos y los presupuestos. La idea es analizar los diferentes impactos que el sistema tiene sobre los hombres y las mujeres, y ver cómo podemos ajustarlo para generar más igualdad entre los géneros. También se ve la influencia femenina en la discusión sobre el empleo. Los hombres se centran en cosas como la industria del aluminio. Nosotras hablamos de los sectores creativos. Hemos llegado a la conclusión de que las artes —en especial la música y la literatura— aportan tanto dinero al país como la extracción de aluminio. No creo que a los hombres se les hubiera ocurrido ni pensarlo”.

Un dato que asombra en Islandia es que un país de 320.000 habitantes posea tal abundancia de talento artístico, sobre todo en la música, donde, aparte de una ópera nacional y una orquesta sinfónica nacional, existen numerosos grupos contemporáneos que producen todo tipo de cosas, desde la globalmente aclamada Björk hasta el trabajo experimental y esotérico de Kria Brekkan, que ha triunfado en Nueva York y con quien me encontré por casualidad delante del auditorio nacional. Aproveché la oportunidad para preguntarle si ella estaba de acuerdo en que las mujeres habían cambiado Islandia. Ojalá hubiera grabado su respuesta, porque fue de una lucidez cristalina, pero, en resumen, vino a decir que sí, “la fuerza masculina” que había definido el periodo en el que los islandeses habían intentado jugar a los bancos y convertirse en el pueblo más rico del mundo había sido reemplazada por una “fuerza femenina que está en la tierra, que no apunta a las estrellas, y que busca plantar raíces y trabajar para un futuro seguro”.

Hablé con muchas otras mujeres, y todas expresaron variaciones de la misma idea. Audur Bjork Gudmundsdottir, directora ejecutiva en una compañía de seguros, dijo que los problemas de Islandia partían de que la gente había estado corriendo demasiado de prisa, lanzándose a grandes aventuras sin pararse a examinar los detalles de lo que estaba haciendo. “Hoy, en los consejos de administración de las empresas, en los que se ve cada vez a más mujeres, se hace hincapié en la responsabilidad, no en correr riesgos ni en intentar hacer mucho dinero muy rápido”.

Birna Einarsdottir, una de las consejeras delegadas de bancos nombradas para desplazar a los hombres inmediatamente después de la crisis de 2008 dice que la gran lección que han aprendido los islandeses mientras salían de la recesión y entraban en el crecimiento ha sido: “Atenernos a lo que sabemos; no pasarnos de listos”. “¿Quién dijo que los islandeses eran los mejores banqueros del mundo? ¿De dónde salió esa idea? De modo que, ahora, la regla es ser humildes, conocer nuestras limitaciones y aprovechar nuestras ventajas. Y, en vez de pensar que sabemos todo, hacer preguntas; pedir ayuda”. Que es lo que hacen las mujeres; no los hombres.

De lo que de verdad entienden los islandeses, dijo Einarsdottir, es de pesca, que hoy tiene muchos más beneficios que antes de la crisis. Un ejemplo es una mujer de nombre impronunciable, Sjöfn Sigurgisladottir, que dejó en 2009 su puesto de directora ejecutiva de un organismo estatal dedicado a la seguridad alimentaria para crear una empresa de pesquería y piscifactoría con otras dos socias. Calculan que, para 2014, habrán creado 100 puestos de trabajo y estarán vendiendo más de 2.000 toneladas anuales de tilapia nórdica (un pescado de origen africano).

“Estamos entrando en una industria que antes era exclusivamente masculina”, me dijo una sonriente Sigurgisladottir, “y eso es sintomático de lo que está ocurriendo en Islandia desde la crisis. Las mujeres están asumiendo un papel mucho más activo en la economía, asumiendo más responsabilidad, y también nos apoyamos mucho más unas a otras, creando clubes de mujeres, aprovechando oportunidades más que nunca”.

Ayuda, continuó Sigurgisladottir, el hecho de que la sociedad esté estructurada de tal forma que, en Islandia, las mujeres no tienen que escoger entre el trabajo y la familia. Tanto desde el punto de vista cultural (al parecer, los vikingos se tomaban con bastante relajo que sus mujeres concibieran y se reprodujeran mientras ellos estaban lejos, dedicados a violar y saquear) como desde el de las leyes del Estado sobre custodia de los hijos y permiso de maternidad o paternidad, las mujeres islandesas han avanzado más que nadie. Según el último informe del Fondo Económico Mundial sobre igualdad de género, Islandia ocupa el primer lugar del mundo. (“Yo vivo parte del tiempo en Suiza”, me dijo Sigurgisladottir, “y la diferencia con el lugar que ocupan allí las mujeres en la sociedad es escandalosa”).

Las mujeres de Islandia habían alcanzado estos logros incluso antes de que la crisis financiera golpeara. Lo que ha ocurrido desde entonces es que han complementado la igualdad en el hogar y en el trabajo con un nuevo grado de influencia y autoridad en el corazón del poder político y económico. Siendo madre de tres niños de menos de ocho años, siendo la ministra responsable de educación, ciencia y cultura y la número dos en el partido de Gobierno (lo cual hace pensar que es una probable futura primera ministra), Katrin Jakobsdottir es la Amazona diminutiva que encarna estos grandes cambios.

Fue ella la que me dio la respuesta a la pregunta que me había planteado al llegar a Islandia esta vez. El cambio más grande de los últimos años era que, efectivamente, los hombres sí estaban pensando más como mujeres. “Tener un Gabinete con la mitad hombres y la mitad mujeres, y ahora con más mujeres, ha marcado la diferencia”, me explicó. “El centro de atención político cambia cuando hay más mujeres en el Gobierno; quiero decir que hay una diferencia en lo que se debate. Por eso en estos últimos tres años ha ocurrido algo grande e importante, y en lo que no creo que haya posibilidad de dar marcha atrás. Hemos cambiado la naturaleza de la discusión”.



lunes, 5 de marzo de 2012

Reflexiones: sobre la salud pública y la peor epidemia "la violencia"


"Convertir las ideas en letras y en palabras, me pareció desde el principio
 - y me sigue pareciendo- una de las magias más extraordinarias del mundo."

                                                                                              Héctor Abad Faciolince
                                                                                            El olvido que seremos
                                                                                                 

Son muchas e importantes las ideas y valores que Héctor Abad Faciolince (Medellín, 1958) consigue trasladar a letras y palabras en su extraordinario libro "El olvido que seremos": la importancia de una adecuada política en materia de salud pública, la lucha por la justicia y la igualdad social, la terrible lacra de la violencia y todo ello mientras rinde homenaje a un gran hombre, su padre, el Doctor Héctor Abad Gómez (1921-1987).


El Doctor Héctor Abad Gómez, especialista en salud pública colombiano, dedicó sus últimos años, hasta el mismo día en que cayó asesinado en pleno centro de Medellín, en 1987, a la defensa de la igualdad social y de los derechos humanos. "El olvido que seremos" es la reconstrucción amorosa y paciente de un personaje por parte de su hijo; está lleno de sonrisas y canta el placer de vivir, pero muestra también la tristeza y la rabia que provoca la muerte de un ser excepcional y es que no hay peor epidemia que la violencia. 

Héctor Abad Gómez
El Doctor Abad Fue fundador de la Universidad Autónoma Latinoamericana, UNAULA, en la ciudad de Medellín, en el año de 1966, siendo su primer presidente y profesor durante varios años en el departamento de medicina preventiva. Fue colaborador destacado de la Organización Mundial de la Salud en distintos países; en ocasiones las misiones que le encomendaba esta organización fuera de su país le servían para huir de la persecución que sufría a causas de sus ideas. 

Forjador de ideas para mejorar la salud de los colombianos, entre sus proyectos en materia de salud destacan: la creación del año rural obligatorio para los médicos recién graduados, las promotoras rurales de salud, las primeras campañas masivas de vacunación antipoliomielítica, etc. 
«El Dr. Héctor Abad Gomez defendía, a capa y espada, que la medicina preventiva, la enseñanza de la higiene, la construcción de acueductos, era más importante que gastar la plata en aparatos sofisticados para los hospitales. «Decía que la sola medida de dar agua potable y leche limpia salvaba más vidas que la medicina curativa individual.» 
Algunos pensamientos en materia de salud pública que recoge el libro y merecen ser destacados:
"La medicina no se aprende solamente en los hospitales y en los laboratorios, viendo pacientes y estudiando células, sino también en la calle, en los barrios, dándonos cuenta de por qué y de qué se enferman las personas."
o este otro:
"Sí, doctorcitos: no es para ser lindos y pasar cuentas grandes y vender píldoras de jalea...Es para mandaros a todas partes a curar, inventar y, en una palabra, a servir."
Y como ejemplo de humildad en la docencia: 
"Son necesarios el conocimiento, la sabiduría y la bondad para enseñar a otros hombres. Lo que deberíamos hacer los que fuimos alguna vez maestros sin antes ser sabios, es pedirles humildemente perdón a nuestros discípulos por el mal que les hicimos."
Ya jubilado se dedicó por entero a la defensa de los derechos humanos y a luchar contra la violencia, era conocido por los antioqueños como el “Apóstol de los derechos humanos”. 

El día que Héctor Abad Gómez fue asesinado llevaba consigo, junto con la lista de amenazados, un poema titulado "Epitafio" atribuido a Borges, de ahí el título de su libro, y que dice así:

“Ya somos el olvido que seremos. 
El polvo elemental que nos ignora 
y que fue el rojo Adán y que es ahora 
todos los hombres y los que seremos. 
Ya somos en la tumba las dos fechas 
del principio y el fin, la caja, 
la obscena corrupción y la mortaja, 
los ritos de la muerte y las endechas. 
No soy el insensato que se aferra 
al mágico sonido de su nombre; 
pienso con esperanza en aquel hombre 
que no sabrá quien fui sobre la tierra. 
Bajo el indiferente azul del cielo, 
esta meditación es un consuelo.” 

Por cierto, ¿este poema es del maestro argentino realmente?, como podéis comprobar en el enlace tiene tras de sí toda una trama detectivesca. 

"El olvido que seremos", una lectura imprescindible.






martes, 31 de enero de 2012

Y Alemania se salió con la suya. Bienvenidos a la Unión Austera


La Cumbre de jefes de estado y de gobierno, de ayer 30 de enero, dio el visto bueno al Tratado para la estabilidad, la coordinación y la gobernabilidad de la Unión Económica y Monetaria (tratado de estabilidad), con el voto favorable de 25 países y solo dos negativas, la prevista del Reino Unido y la más sorprendente de la República Checa.

Herman Van Rompuy, el presidente del Consejo de Europeo, se apresuró a calificar de éxito el apoyo obtenido por parte del tratado de estabilidad justificando dicha opinión en el hecho de haber conseguido el apoyo de 25 estados, siendo 17 los integrantes de la zona euro, es aquello de la botella medio llena.

Lo cierto es que toda la potencia de fuego de la Unión Europea en la lucha contra la crisis se está centrando exclusivamente en este tratado y en el pacto fiscal, que pudiendo ser un buen instrumento a medio y largo plazo, de poco va a servir a corto, máxime dada su naturaleza de intergubernamental.

El texto sobre el que se ha pronunciado el Consejo Europeo corresponde al quinto borrador (el contenido del cuarto fue examinado en mi columna “El tratado de estabilidad y el riesgo de división de la Unión Europea y el del enlace está fechado el 31 de enero) que contiene modificaciones de detalle sobre la versión anterior dirigidas fundamentalmente a conseguir el apoyo de los países reticentes a su aceptación y al que se podría aplicar aquello de “no hay quinto malo” por el éxito cosechado.



Que las citadas modificaciones sean de detalle, no quiere decir que no sean importantes, ya que no olvidemos el dicho alemán, nunca mejor traído a colación que dice “el diablo está en los detalles”.

Vamos a examinar rápidamente esas innovaciones que han conseguido el apoyo de los 25 estados de la Unión Europea que pasarán a forma parte, una vez ratifiquen el tratado que esa es otra con las peregrinaciones que deberá sufrir por los parlamentos nacionales e incluso la posibilidad de tener que enfrentarse a algún referéndum como es el caso de Irlanda, del club de la “Unión Austera”.

En primer lugar y dejando de lado las variaciones en la parte expositiva, se modifica el artículo 3.1.b) que constituye el núcleo del pacto fiscal y contiene “la regla de oro” del equilibrio presupuestario que se ha diluido ya que la frase “(…)con el déficit estructural anual no exceda del 0,5% del PIB a precios de mercado” se ha sustituido por esta otra "(…) con un límite inferior de un déficit estructural de 0,5%del PIB a precios de mercado”. Hay una diferencia sustancial entre establecer un tope máximo y configurar un límite inferior; la regla que nos ocupa puede ser interpretada en el sentido de que el déficit estructural deberá estar comprendido entre un límite inferior del 0,5 % y superior del 3 % el establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Quizá esta rebaja en cuanto al rigor de la regla sea una de las causas del apoyo conseguido y del pesimismo de parte de la prensa alemana que hoy hablaba del carácter “ligth” del acuerdo, lo que también se venía denunciando desde el Banco Central Europeo (BCE) o desde el gobierno de los Países Bajos, con la exigencia de una mejor redacción de las “circunstancias excepcionales” que permiten incumplir los objetivos de déficit, pretensiones que sin embargo no han tenido ningún éxito ya que ninguna modificación en ese sentido se ha recogido en el texto definitivo.

También se añade un párrafo en el artículo 4, en la versión de 31 de enero posterior al quinto borrador de 27 del mismo mes, que establece que la apertura de un procedimiento de déficit excesivo, relacionado con el criterio de la deuda, se decidirá al amparo de lo dispuesto en el artículo 126 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Este artículo es el que establece la obligación de reducir el endeudamiento público hasta el máximo del 60 % del PIB previsto en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Para conseguir el apoyo de Dinamarca se modifica la regulación del destino de las multas por incumplimiento del pacto fiscal, el cuarto borrador preveía que fueran a parar al Mecanismo Europeo de Estabilidad Económica (MEDE), la versión aprobada desdobla el mismo de modo que irán a parar a este las sanciones que correspondan a países miembros del euro y las de los “outs” irán al presupuesto general de la Unión Europea.

En cuanto al procedimiento para la imposición de multas por incumplimiento del pacto fiscal amparado en el artículo 273 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, como un acuerdo especial entre los estados signatarios, en el que la legitimación para llevar al infractor ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea corresponde a otro u otros estados parte del tratado de estabilidad, se trata de legitimar en mayor medida dandole un barniz comunitario a través del artículo 260 del Tratado de Funcionamiento que se invoca expresamente. Lo cierto es que como están poniendo de manifiesto un gran número de juristas este artículo solo tiene cabida en el ámbito de los tratados de la Unión Europea y no en el de un tratado intergubernamental que está fuera del derecho comunitario, eso si con vocación futura de integración según dispone el artículo 16.

Por tanto, siguen existiendo dificultades de encaje y de relación del tratado de estabilidad con los tratados comunitarios, así como con el papel de las instituciones en su ejecución. El Reino Unido ha advertido que estará ojo avizor respecto de este tema y no dudara en acudir a la propia Corte europea denunciando esta situación si a través del tratado de estabilidad se ve afectado el mercado interior.

También se ha simplificado el procedimiento de adhesión al tratado con posterioridad a su entrada en vigor de manera que será suficiente que el estado en cuestión lo ratifique sin que sea necesario que el resto de países signatarios manifiesten su conformidad, como se preveía en la versión anterior. A este nuevo proceso se ha referido expresamente la República Checa de cara a una futura ratificación del tratado que no descarta en modo alguno.

Se ha modificado el sistema de asistencia de los países de moneda propia “outs” a las Cumbres del Euro, tema en el que era muy beligerante Polonia que abogaba por acudir a todas, seguirán asistiendo una vez al año, se ha modificado el artículo 12 de manera que asistirán siempre que se traten temas que tengan que ver con al competitividad, la arquitectura de la eurozona o sus condiciones de acceso en el futuro. Ello viene en la versión de 31 de enero, posterior al quinto borrador.

En definitiva, estamos ante una Cumbre en la que se da un espaldarazo puede que definitivo a la austeridad, pero en el que no se ha tratado el tema más importante Grecia, ni se ha resuelto la cuestión de la dotación adecuada del MEDE que viene exigiendo el FMI con urgencia. Sí se ha hablado de crecimiento y de empleo, pero solo con buenas palabras sin programas concretos y sin compromiso presupuestario alguno y en el que como ejemplo el desempleo juvenil se atacará con ingresos no gastados del Fondo Social Europeo, por importe de 22.000 millones de euros del periodo 2007-2013; la reflexión que debemos hacer es que si no se ejecutan estos recursos de ejercicios anteriores afectados por la crisis como no va a existir el nivel desempleo que desgraciadamente padece la Unión Europea.

Alemania se salió con la suya, tenemos una colección de normas para conseguir el equilibrio presupuestario y luchar contra el déficit, si tomamos como ejemplo nuestro país, hemos modificado la Constitución, ratificaremos el tratado de estabilidad y ya ha sido aprobado el proyecto de Ley Orgánica de desarrollo constitucional en esta materia, por cierto en esto somos campeones ya que citado Proyecto fija el límite del déficit en el 0 % del PIB, rompiendo el consenso entre PP y PSOE para la reforma de la Carta Magna que lo establecía en el 0;4 del PIB%; Alemania lo tiene en el 0,36 % del PIB y la Unión Europea como hemos visto en el 0,5% del PIB incluso no como tope, sino como límite inferior ¿somos o no somos unos campeones?



Pero ¿Cuantas normas se han aprobado o están en fase de aprobación sobre crecimiento económico, innovación, productividad, creación de empleo, lucha contra los desequilibrios de productividad en el seno de la UE, etc.? Es en este campo donde se debe dar la batalla, el FMI, que no es sospechoso, viene advirtiendo de los males del exceso de austeridad; como todo, aunque sea bueno en cantidades excesivas se vuelve dañino.

En definitiva, entramos en la Unión Austera, que no nos pase nada.

viernes, 27 de enero de 2012

Día Europeo de la Memoria del Holocausto


El Parlamento Europeo instauró el 27 de enero como el Día Europeo de la Memoria del Holocausto, en recuerdo a la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau (Polonia), en 1945. 


"El trabajo os hará libres" a la entrada de Auschwitz

Una buena forma de recordar y rendir homenaje a las víctimas es leer “La escritura o la vida” de Jorge Semprúnel preso 44.904 del campo de concentración de Buchenwald, situado en Weimar, la ciudad de Goethe y la cuna de la efímera República que llevó su nombre en 1919. 


Semprún en Buchenwald en 2010

El título de este excepcional libro refleja la disyuntiva a la que se enfrentó Semprún, durante 50 años, cuando intentaba trasladar a palabras el horror vivido, al verse forzosamente obligado a realizar una dolorosa elección “o la escritura o la vida” y durante mucho tiempo solo pudo elegir la vida, hasta que tras un gran sufrimiento logró “convertirse en otro para seguir siendo el mismo” y así crear esta magnífica obra que en días como hoy cobra especial valor como monumento a los derechos humanos. 

No se debe dejar de leer el discurso pronunciado por Semprún en 2010 con motivo del 65 aniversario de la liberación del campo de concentración "El archipiélago del horror nazi". 


"A cada uno lo suyo" en la verja del portal de Buchenwald

Por cierto, en Buchenwald el horror no acabó con los nazis, tras la liberación se convirtió en el Campo Especial n.º 2, bajo control soviético, otro infierno de diferente color pero con el mismo desprecio por la vida y los derechos humanos, en funcionamiento de 1945 a 1950, por el que pasaron 28.455 personas de las que 7.113 fallecieron y están enterradas en fosas comunes. 

Para finalizar, recordemos las hermosas palabras de Violeta Fridman, superviviente de Auschwitz: “Quizá, y éste es mi mayor deseo, que las semillas del odio no vuelvan a brotar de nuevo, y el mundo pueda decir siempre lo que nosotros jamás nos cansaremos de repetir: NUNCA MÁS."

Me parece muy oportuno el debate abierto por la revista francesa Télérama con el artículo “Que vísteis en Auschwitz? Cada año más de un millón de personas visitan el campo de trabajo de Auschwitz y de exterminio de Birkenau produciéndose situaciones, como las relatadas en el artículo, que superan los límites de la indecencia. Yo lo visite en 1987 y pueda dar fe de ello. ¿Puede Auschwitz ser una gran atracción turística? Es un debate interesante, a mi juicio es imprescindible mantener su existencia y facilitar su visita, pero creo necesario cambiar el modelo, es un buen ejemplo precisamente el de la fundación de Buchenwald.

viernes, 20 de enero de 2012

No ensuciemos las palabras


Las palabras

Mario Benedetti

No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

                           Mario Benedetti

jueves, 19 de enero de 2012

¡Cuídate España, de tu propia España!



¡Cuídate, España, de tu propia España!
¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
cuídate del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,
y de las tibias sin las calaveras!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del cielo!
¡Cuídate de los que te aman!
¡Cuídate de tus héroes!
¡Cuídate de tus muertos!
¡Cuídate de la República!
¡Cuídate del futuro!...

                                           César Vallejo

lunes, 16 de enero de 2012

Los señores de la descalificación. ¿Quién está detrás de las agencias de rating?


Vamos a hablar de las agencias de calificación de riesgos o agencias de rating, si consultamos la Wikipedia nos dirá que: "son empresas que, por cuenta de un cliente, califican unos determinados productos financieros o activos ya sean de empresas, estados o gobiernos regionales". "Sus notas o calificaciones valoran el riesgo de impago y el deterioro de la solvencia del emisor y constituyen hoy en día un elemento clave en el ámbito financiero".


También comprobaremos que en el mundo hay más de 74 agencias de este tipo, pero solo 3 (Moody´s, Standar & Poor´s y Fitch) controlan el mercado al dominar más del 90 % del mismo, en una clara situación de oligopolio

Y a partir de aquí empiezan las paradojas, resulta que asumen tal posición de oligoplio amparadas, según el profesor F. Partnoy (Universidad de San Diego), por la legislación norteamericana de la mano de la Securities and Exchange Commission (SEC) y la Reserva Federal (FED) al haber eliminado la competencia entre las agencias y prácticamente obligar a los actores del mercado a utilizar los servicios de estas tres grandes agencias.


Poco importa que con ello se contradigan claramente los sagrados principios del capitalismo: el libre mercado y la libre competencia, que de esta manera son vulnerados y no para servir el interés general, sino para mayor gloria de estas empresas privadas, que sin apenas regulación influyen de manera decisiva en la economía de los países y por tanto en el bienestar de los ciudadanos.

Estas 3 agencias que yo prefiero denominar de “descalificación” son dueñas y señoras por tanto del mundo financiero tanto en su vertiente pública como privada, hacen y deshacen a su antojo y aunque reciben duras y continuas criticas de todos los gobiernos e instituciones, como la Unión Europea siguen a día de hoy campando a sus anchas, ahí está el varapalo a la zona euro del pasado viernes, 13 de enero.


Vemos a los grandes directivos de las agencias proclamar a los cuatro vientos su independencia, pero para valorar la misma es necesario analizar quien está detrás de ellas, o lo que es lo mismo quienes son sus accionistas, puesto que como instituciones privadas no están sometidas a ningún principio democrático en cuanto a su funcionamiento aunque luego enjuician la labor de gobiernos e instituciones democráticamente elegidas.

Conocer a sus dueños nos dará una idea de los conflictos de intereses que pueden tener en su toma de decisiones y como pueden afectar a la tan cacareada libertad de actuación que afirman rige su funcionamiento.


Vamos allá, empecemos por Moody´s Corporation (MCO), cotiza en la Bolsa de New York y sus diez primeros accionistas concentran el 53,5 % del capital. Destacan dos grandes grupos: The Capital Group que controla el 16,4 % -e incluso más a través de los fondos que domina-, fundado en 1931, con sede en los Ángeles, gestiona en torno a un billón de dólares. El otro gran accionista es Berkshire Hathaway el conglomerado financiero de Warren Buffet, uno de los mayores inversores del mundo, conocido como «el oráculo de Omaha», con un 12,47 % (aunque llegó a poseer el 20 %).

Warren Buffet
Otros accionistas relevantes son BlackRock (3,28 %) con sede en New York y considerado uno de los mayores gestores de activos con una cartera de más de 3 billones de dólares; T Rowe Price (5,95 %); Value Act (3,63 %); Vanguard Group (3,36 %); State Street (3,36 %); Neuberger Berman (2,86 %) e Invesco (2,55 %).


Standar & Poor´s a diferencia de la anterior no cotiza, pero si lo hace en la Bolsa de New York su propietario, el grupo editorial McGraw Hill que increiblemente comparte accionistas con Moody´s, su principal competidor, en concreto: The Capital Group (12,31 %); State Street (4,34 %); Vanguard Group (3,84%); BlackRock (3,84 %) y T Rowe Price (3,22 %).


Otros accionistas destacados de McGraw Hill son: OppenheimerFunds (3,38 %) del grupo asegurador Mass Mutual FinantialDogde Cox (2,35 %); Fiduciary Management (2,05 %); Independent Franchise Partners (1,37 %) y a título de curiosidad también está el fondo de pensiones de los maestros de Ontario (Canadá) con el 1,94 %.

Por último Fitch, mucho más pequeña que las otras 2, tiene doble sede, en New York y Londres y defiende su carácter europeo. Su capital se lo reparten la francesa Fimalac (60 %) y The Hearst Corporation (40 %).
Marc Ladreit de Laccharière
Fimalac, propietaria del grupo Sofres, fue fundada en 1991 por Marc Ladreit de Laccharière, uno de los empresarios franceses más discretos e influyentes y The Hearst Corporation controlada por los descendientes de William Randolf Hearst, el personaje que encarnaba Orson Wells en Ciudadano Kane.


Pues resulta, a la vista de los datos, que los accionistas de referencia de estos tres jinetes del Apocalipsis están íntimamente ligados a la industria financiera, es más, en concreto a la gestión de activos y son usuarios de las calificaciones que emiten las Agencias de las que cuentan con un importante paquete de acciones y encima las 2 entidades más grandes comparten inversores lo que hace más peligrosa la situación de oligopolio por razones obvias. Sí además resulta que dentro de su actividad está calificar los productos financieros emitidos por entidades a las que asesoran previamente en la constitución de esos mismos activos, pues «no va más» la «casa gana» valga la expresión apropiada para este auténtico capitalismo de «casino».


Con este pedigrí es imposible creer en esa independencia que proclaman, es inadmisible que en su  funcionamiento no existan conflictos de intereses. Después de su bochornosa actuación en el caso de Enron o en el de Lheman Broterhs otorgando la máxima calificación a estas entidades que en cuestión de días entraron en quiebra u otorgando la tan apreciada triple A a los bonos basura que tanto daño han hecho al sistema financiero mundial, sin haber sido capaces de prever la crisis de 2008; hasta cuando va a seguir la dictadura de estas empresas, que obedeciendo a intereses privados influyen decisivamente en gobiernos democráticamente elegidos hasta el punto de ponerlos de rodillas y de hundir sus economías.


Ya es hora de actuar, primero regulando y supervisando su funcionamiento y después mediante la creación de agencias públicas de calificación que sirvan con objetividad el interés general. La propuesta de una entidad europea está sobre la mesa, pero como todo en la Unión Europea el proceso va desesperadamente lento; eso sí, los recortes sociales, las subidas de impuestos, la ampliación de la edad de jubilación, eso ya está en marcha y a toda maquina.