Standard & Poor's tiene razón: la 'austeridad' no tiene quien la vista | |
Ann Pettifor. The Guardian, 6 de diciembre de 2011 | |
De modo que los políticos europeos quieren matar al
mensajero. Cierto, las agencias de calificación crediticias no han sido siempre
fiables, decentes u honestas. Y desde luego, al igual que los políticos de la
eurozona, Standard & Poor's no hace más que seguir los acontecimientos, no
los configura.
Pero en esta ocasión, el análisis de S&P, si no su
solución, es correcto. El aplastamiento del crédito se está acelerando
rápidamente, estrujando la vida de la economía real. El sistema bancario global
(y no sólo el de la zona euro) se enfrenta a la insolvencia. Esta crisis
financiera privada tiene un impacto desastroso en la economía global real y,
por cierto, en la zona euro.
Pero los políticos – en la eurozona y en otras partes– no
se dedican a arreglar el destartalado sistema bancario global. Por el
contrario, lo están dejando intacto, para que siga igual que antes, mientras se
atienen a los bancos centrales como la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra
para mantener a flote a los banqueros. La semana pasada, en una acción
históricamente sin precedentes, la Reserva Federal salvó a los bancos de la
eurozona de la bancarrota insuflando dólares en las arcas privadas. Tratados
como el de Maastricht y otros impiden en la UE que el BCE haga lo propio. El
Banco de Inglaterra se vio forzado el martes a salir al rescate de los bancos
con sede en la City de Londres, bombeando más "liquidez" a sus arcas.
Así de grave ha llegado a ser esta crisis.
Pero los políticos de Europa se niegan resueltamente a
concentrarse en los remedios para la crisis de un sistema bancario deshecho. Se
les ha persuadido de que no hay que toquetear el sistema financiero y no se le
puede gravar con impuestos y, por encima de todo, no se puede permitir que
afronten la ira de las fuerzas del mercado. Por el contrario, hay que hacer que
los contribuyentes de la eurozona garanticen todas las pérdidas de los bancos
privados que prestaron a los hogares, empresas y gobiernos de la UE. El
lunes [5 de diciembre], como hizo notar Robet Peston, el gobierno alemán dejó a
un lado su exigencia de que los acreedores particulares arrostren las pérdidas
de sus préstamos a los gobiernos.
El problema se convierte entonces en: ¿dónde encontrar
los recursos para los rescates masivos del sistema bancario privado? La
respuesta ortodoxa, "monetarista" y profundamente errada en lo
económico es que en los “ahorros”. Estos, se argumenta, se pueden encontrar
sólo por medio de la "austeridad". Es decir, por ejemplo,
desahuciando la inversión del Estado en la economía, empobreciendo a los
pensionistas y dejando a millones de europeos sin empleo.
Pero, tal como puede ver S&P con la misma
claridad que cualquier chiquillo entre la muchedumbre, la
"austeridad" carece de ropajes económicos. La austeridad está
destruyendo inversiones y puestos de trabajo, y por lo tanto, ingresos. Sin
empleo, los individuos, los hogares, empresas y gobiernos se ven privados de
dinero. Sin ingresos provenientes del empleo, los gobiernos no pueden recaudar
impuestos y los bancos no pueden recaudar la devolución de las deudas. De modo
que los bancos se enfrentan a la bancarrota y los gobiernos al aumento del
déficit. No es complicado.
¿Cuál es la solución? En primer lugar, hay que hacer
trizas los tratados que rigen el sistema monetario profundamente errado y
privatizado de la UE. El BCE debe convertirse en un banco central que
funcione en interés público, no en el privado. La moneda de la UE debe servir a
los intereses públicos, no a la riqueza privada. Y hay que reestructurar los
bancos. Dado que muchos son en efecto insolventes, sin duda habrá que
nacionalizarlos.
¿Y de dónde saldrá el dinero para crear empleo? En
primera instancia, de los bancos centrales de propiedad pública. Igual que el
Banco de Inglaterra metió unas cifras en un ordenador y depositó las sumas en
las cuentas de los bancos privados, del mismo modo puede proporcionar
"liquidez" para financiar la inversión del Estado. Y puede hacerlo
con tasas de interés muy bajas, sostenibles. Esos fondos se recuperarán a
su debido tiempo cuando se cree empleo, se generen ingresos y se paguen
impuestos.
Lo repito: no es complicado. Pero nuestros políticos,
como el arrogante rey del cuento, prefieren vestir sus soluciones con la
extravagante economía, bien que desacreditada, de los intereses
financieros privados.
Ann Pettifor es directora de Prime: Primary Research in
Macroeconomics (www.primeeconomics.org), un organismo de
investigación sobre la naturaleza del crédito y su papel en los resultados
macroeconómicos. En el año 2006 publicó The Coming First World Debt Crisis,
donde ya preveía la actual coyuntura económica. En los años 90 dirigió la
campaña Jubilee 2000, que logró la condonación de 100.000 millones de dólares
de la deuda de 42 países.
Traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón
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Espacio colaborativo de reflexión y opinión sobre los servicios públicos y el papel del Estado.
lunes, 12 de diciembre de 2011
La austeridad no tiene quien la vista.
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